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"Nada podemos esperar sino de nosotros mismos"   SURda

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16-05 -2015

 

 

La verguenza de haber sido y el dolor de ya no ser.

Julio Marenales. Foto: Manuela Aldabe

SURda

Notas

 

“Julio Marenales Saenz…como no era nadie en el Partido Socialista…se hizo Tupamaro”

(juicio de Raul Sendic, durante el Comité Central Ampliado, de la calle Cebollatí, la trágica “noche Triste” que conoce la militancia, donde además, hizo juicios lapidarios de “otros”)

 

Rosario Touriño, con fotógrafo acompañante (Manuela Aldave) se hicieron 100 kilómetros de viaje, hasta Salto, para interrogar al “…guerrero sin reposo”, el Sr. Julio Marenales.

Viajecito “al cuete” porque nuestro “Cipriano” hace rato largo que “no da más jugo”, pero así son los caprichos de nuestra intelectualidad “progresista” agrupada en Brecha (ver Brecha edic. del 15 de mayo de 2015, págs. 8 a la 11).

Todo esto son consecuencias de la reciente derrota electoral municipal montevideana de la Sra. Lucía “la Tronca” Topolansky, derrota que dentro de ciertos círculos del “progresismo” levanta interrogantes, y hace oportuno sospechar que hay “algo más”, más profundo, que está debajo de la superficie de ciertos hechos políticos.

De cualquier manera cuatro páginas dedicadas a interrogar a este “guerrero” sobre esas preocupaciones intelectuales de nuestros progresistas, es trabajo periodístico inútil. El Sr. Marenales es en realidad un viejito autosatisfecho con su pasado “de bronce”, pasado que se dedicaron pacientemente –después de la liberación del año 85- todos ellos ( los “rehenes”, particularmente: Marenales, EFH, José “Pepe” Mujica y Jorge Zabalza) a piquetear con ferocidad destructiva sin igual. El resultado -20 años después!!!- está a la vista. Alejandro Dumas que escribió la ficción “Los tres mosqueteros” y su continuación , les hubiera servido mejor como referencia a eso que es –en rioplatense clásico- la “fiera venganza” que da el tiempo.

Ven deshecho lo que amaron, pero no se detienen a examinar qué responsabilidad individual (y colectiva) les cabe a todos ellos en el desaguisado. La culpa, como siempre, la tienen indefectiblemente otros. Cada uno de ellos, es inocente, absolutamente impoluto. No les cabe “ni un reproche”. Actitud que reiteran cada vez que deben referirse al tema y en la que Marenales es un especialista.

El tema lo hemos analizado –a lo largo de varios años y múltiples artículos- varias veces. El viejo MLN-Tupamaros era, en su cúspide, el vértice de la pirámide, una unidad con tensiones producto de un tiempo particular. De las cinco “vacas sagradas” que lo componían (Sendic, Marenales, Maneras Lluvera, Amodio y EFH) hoy, no queda nada. Se autodestruyeron recíprocamente. Destruyeron “la unidad” y liquidaron “las tensiones”. El resultado que quedó, es…el tendal. Un fracaso de enormes proporciones que además, tendrá consecuencias para el futuro. Forjaron –con el resto de las formaciones políticas del Frente Amplio- la pasividad actual de las grandes masas uruguayas, particularmente de los trabajadores y los asalariados.

Marenales en ese trabajo de autodestrucción, aportó “su granito de arena”. Historiemóslo brevemente para nuestros progresistas intelectuales y también, para el público en general: primero acusaron a Raúl Sendic de “estar loco”, calumnia vergonzosa como pocas, en la cual (su difusión entre los militantes “viejos), Marenales contribuyó. Después permitieron el apartamiento de Manera Lluvera y ocultaron la “carta” de éste, que analiza perfectamente bien las causas de su apartamiento y que sólo vió luz, cuando Adolfo GARCÉ, la hizo pública en un libro (“ Donde hubo fuego ” Edit. Fin de Siglo, 254 págs. Cuarta edic . del 2009) ver págs. 236 a 243 de la citada obra.

El proceso de canibalismo no terminó allí, pero tuvo un pequeño lapso, durante el cual “los sobrevivientes” de la autodestrucción se dieron un descanso, antes de seguir su macabra y siniestra obra destructiva. Para frenar la protesta de las bases militantes, crearon el MPP, y mantuvieron un MLN-de-pacotilla, al frente del cual pusieron a Marenales.

La función de ese MLN-de-pacotilla era “aguantar” por la izquierda el “goteo” que a esa altura era inocultable. Jorge Zabalza, hizo la radiografía del engendro: era una barca desaborlada que no reunía más “de 300 militantes”.

Marenales que permitió el “goteo” (al mismo tiempo que presidía ciertas “investigaciones” internas de los militantes de las cuales nunca dieron resultados, ni noticias) se encargaba de llamar telefónicamente a los perseguidos, separados e “investigados” jugando el papel de “piola” y componedor, pero sin resultados más que los simbólicos. Jugaba (y disculpen los lectores la formulación pero es tupamara y carcelera ) al “sorete piola”.

La separación orgánica entre el MLN-de-pacotilla (Marenales) y el MPP puede seguirse perfectamente bien en Mario MAZZEO ( “MPP, orígenes, ideas y protagonistas” 120 págs. Edit. Trilce, 2005), el libro sin embargo, no analiza las conexiones internas que vinculaban la dirección del MLN-de-pacotilla con el el MPP, en cuya dirección ambas organizaciones estaban representadas, o sea se entrecruzaban las direcciones y los personeross , como garantía de representatividad, para los cómplices del engendro (Marenales, EFH y, un “referente” agregado José “Pepe” Mujica). Así, de esa manera, creían solucionar el problema de “la trasmisión y los necesarios vasos comunicantes” entre ambas organizaciones. Pero Mario MAZZEO hace –además- un aporte invalorable: analiza las discusiones orgánicas a que llevó el proceso, la materia candente que eran las discusiones internas.

Como el original MPP, se transformó en el actual EME-Pepismo, no fue –entonces- un acto sino un proceso , en el cual Marenales (que ahora se declara “perdedor” del debate interno) fue parte fundamental, cómplice en todas sus etapas, mano de yeso en todas las resoluciones. Señalemos que nunca llamó a ese debate “interno”, del cual se declara “perdedor”, pero lo que si hizo, fue bloquear a todos aquellos que lo intentaron. Así todos los intentos de señalar las limitaciones que tenía “la refundación nacional” encontraban en Marenales un opositor. A todos los abandonó a su suerte, a todos les negó su apoyo, que en el momento hubiera sido fundamental por el peso que entonces tenía a nivel “de la interna”.

Después su amanuense Sergio MÁRQUEZ ZACCHINO hará el “racconto” arbitrario en otra obrita (ver “MARENALES diálogos con el dirigente histórico tupamaro” 186 págs. Edit. Argumentos, 2010). Obrita, que en ciertos aspectos no tiene desperdicio. Es una variable de lo que en otro artículo ( ver art. “Un libro más…y van” ) hemos definido como la literatura “oficialista” pero esta vez apologética. En dicha obrita, Márquez Zacchino aprovechó “la bolada” para mechar en el diálogo elementos de su propia cosecha, entre las muchas, la más grave, fue insinuar que los que hacían críticas, servían a otros intereses. La forma tradicional en los debates de izquierda para introducir que los críticos juegan para la burguesía y preludio del sectarismo acrítico más feroz, antes de insinuar abiertamente que son “agentes del imperialismo”. Marenales que debe haber leído los originales, antes de que fueran a la imprenta calló sobre el tema, no lo corrigió. Deducimos que era porque le servía para sus cálculos políticos de entonces.

Hizo lo mismo, que hizo varios años antes, cuando fue uno de los depositarios de los tres originales de un libro futuro de Cultelli. El libro cuando fue publicado, (después de la muerte de su autor) se realizó por militantes que habían sido subordinados del mismo en la columna Uno, Marenales se mantuvo en silencio, nunca intento publicarlo o bregó por su publicación en la interna, ni siquiera fue a la presentación del libro que se hizo en la Biblioteca Nacional. Como se verá, el “silenciar” camaradas críticos es, en Marenales, una tradición “aparatista” de siempre, en su práctica política.

Porque Marenales es un “aparatista” típico. Por eso no le sirve a las nuevas generaciones . Y en el reportaje de marras, da rienda suelta a los rasgos más caracteristicos de esa nefasta vocación, de silenciar críticos, crítica y opositores. ¿Cómo harán las ideas de ciertos hombres para ganar audiencia, ser conocidas y conquistar mayorías, es un arcano para la estrecha mentalidad de Marenales? ¿Cómo él, llega a la conclusión que el “Pepe” Mujica “no es más tupamaro, o cómo EFH es “otro hombre” del que fue, también es un arcano para nosotros? Son “los misterios” de las vías de razonamiento de Marenales, que al final, pero muy al final, siempre se inclina por lo que es vox populi, pero eso sí, él no inicia nada.

Su concepción “aparatista”, “verticalista” y “autoritaria” la define, él mismo, en su reportaje a Touriño “…ahora, mientras tanto hacé lo que tenés que hacer, porque si no, te meto preso” (pág. 11, último columna del reportaje, citado anteriormente, en Brecha).

Marenales, no comprende, no puede comprender, esta incapacitado para comprender, que no se puede “mandar preso” a la gente (o sancionarla) porque no comprendan cabalmente las iniciativas de ciertos jefes. El hecho mismo, demuestra que “los jefes” y sus cooptados no han sabido explicar pacientemente ciertos problemas o ciertas cuestiones, no han sabido establecer reglas aceptadas por todos, que sean la guía para las directivas. Todo el mecanismo (que no es “la mecánica”) de los procesos organizativos para Marenales es una gran nebulosa, ante la cual se eclipsa todo su “practicismo”. Lo abstracto para Marenales es…una entelequia. Cuando Touriño en el artículo citado lo define como “cuadrado como una baldosa” le define perfectamente bien.

Y Marenales que ahora habla de que “…hay gente que es sinceramente subordinada, servil, ven al tótem y se inclina. ….o son calculistas” .(ver pág. 10, última columna de Brecha) se topa con lo que fomentó y crearon siempre como mentalidad militante todos ellos. Marenales en primer lugar. Y conste que podríamos seguir con diferentes citas de Marenales, en el articulo de marras, en otros y, hasta en libros que demuestran fehacientemente lo que decimos. Así que si quiere meterse en el baile….adelante!!!, pero le adelantamos que lo vamos a tapar a citas.

La militancia del viejo MLN-T, las nuevas militancias que emergieron y aumentaron la organización, la “juventud” que llegó después del 85, fueron incentivadas al servilismo, a inclinarse o, a ser “calculistas” (el término correcto es “oportunistas”) por toda la estructura del aparato, con los viejos “tótems” (“vacas sagradas” se les llamaba en Punta Carretas) por jefes del tipo Marenales. Y se toleraba únicamente y dentro de la estructura a ciertos militantes que discreparan…. pero en cosas menores, porque eran militantes probados y con mucho peso en la interna. A todos los demás se les sancionaba, se les apartaba, se les silenciaba y se les excluía. Marenales mientras era “tótem” (o “vaca sagrada”) toleraba, hacía la “vista gorda” y callaba, tolerando.

Hasta que le tocó a él, que lo excluyeran, que no le hablaran, ni lo convocaran, que le “hicieran la aguja”. Entonces…se puso en el papel de crítico…prudente.

Y como crítico prudente, que cuida el pellejo particular, después de tolerar tanta arbitrariedad contra otros, protesta…prudentemente.

Lo dirá en el articulo de Brecha, nuevamente, él mismo cuando la periodista le pregunta: “En función de sus palabras, hay quienes pueden pensar que tiene más puntos en común hoy con la Unidad Popular que con el MPP” y Marenales responderá: “No, son muy locos esos, pero en algunas cosas que dicen tienen razón. Como Zabalza también tiene razón….” (pág 11, primera columna) y repetirá la razón de sus “prudencias” al final del mismo reportaje: “…No puedo crear enemigos al santo botón” . (ver pág. 11, línea final del reportaje).

Hacer una observación crítica, criticar, no es crearse enemigos, aunque pueda crear malestar. Defender el derecho de un crítico a realizar su crítica y tomarse el trabajo de seguir sus argumentos sin tacticismos, es una práctica desconocida para Marenales. Es por esos rasgos, que siempre, toda la vieja dirección, no pudo comprender a cabalidad la crítica que les hacían otros compañeros a comportamientos, actitudes, conductas y línea. Empezando con la primera de aquellas críticas (la de los denominados “microfracción”) y que después continuó con tantos otros. Ellos eran los depositarios de las “verdades” eternas, inalterables, todos los demás no servían para nada. Y la falta de una cultura del debate, de la confrontación leal, de la crítica, después lo iba a afectar a él mismo.

Así fue como lanzó la definición de “gigante idiota” contra el MPP que iba en camino acelerado en convertirse en EME-Pepismo. Lo hizo cuando el beneficiario directo del “boniatito” era Presidente de la República y a Marenales “no le daba ni pelota” como él mismo reconoció, en un reportaje, sobre el tema también en Brecha.

A Marenales le pasó como al Sr. Guillotin, que dice la leyenda que creó el famoso “aparatito humanitario” que hacía las “cortadas de cabeza, “científicas” y se ahorraban el hachazo del verdugo medieval. Tanto toleró que le cortaran la cabeza a otros, tanto cuido el pellejo personal, que al final, lo guillotinaron a él mismo. Y ahora se queja. Y le entra la sabiduría de ver, repentinamente, lo que antes, en el proceso (que fue largo) no quiso ver.

Le vamos a decir a “Don Julio” el “picapedrero” lo que el refrán popular siempre ha señalado “Quien mal anda, mal acaba” . Y después, no queda más remedio que ir a quejarse “al cuartito”.

El “gigante idiota”, sin “ideología” fue una creación de Marenales, de EFH, del “Pepe” Mujica. Lo “cranearon” con todas las cortas miras, que tienen las creaciones entre cuatro paredes, en conciliábulos de “grandes mentes”, de “entendidos” que prefieren esos procedimientos a la exposición franca de los principios que ahora proclama. Pudo haberlo hecho, pero no le daba la “azotea” para ver más allá de sus narices. Y ahí están las consecuencias del Frankenstein que todos ellos engendraron, parieron y hamacaron.

Así han sido en toda su vida política, creadores de “boniatitos”. Cada vez que veían crecimientos, triunfos, se cegaban. Fijaban la atención en las apariencias, y desdeñaban la realidad. Primero fue “el aparato mínimo”, terminaron creando “el aparato”. Después fue la compadrada de que “eramos indestructibles”….forjaron la derrota más seria del movimiento revolucionario oriental en la Historia reciente. Después fue el MPP, que terminó siendo el “gigante idiota ”sin ideología” y útil solamente “para juntar votos”.

En el proceso, provocaron “el goteo” más formidable que se conoce de toda la vieja militancia, a la que usaron miserablemente, como masa de maniobra, para sus experimentos con pretensiones de “línea política”. Todos, los tres, son “mariscales de la derrota”(EFH, el “Pepe” y Julio Marenales).

Por eso nos parece bien, que después de tantos fracasos, Marenales, se sosiegue y se retire a Salto a coleccionar rocas y pretender forjar algo artístico de las areniscas y los basaltos. Siga con su “galponcito-taller”, no se desnuque y, acabe sus días en paz,….por lo menos con su conciencia.

 

 

 

 


 
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